Las fiestas de carnaval están cerca y Nueva Orleans se prepara para celebrar su famoso Mardi Gras que atrae a miles de turistas. Sin embargo esta vez también se han congregado en la ciudad sureña poderes más oscuros con designios temibles... Desde hace siglos, después de que anochezca, Talon recorre las calles para impedir que los daimon [=vampiros demoníacos, criaturas de Apolo] se alimenten con la sangre y el alma de los humanos. Este apuesto guerrero celta, que entregó su alma mortal a la diosa Artemisa a cambio de poder vengarse de quienes le dañaron a él y los suyos en vida, es uno de los letales Cazadores Oscuros: una criatura de la noche, un vampiro inmortal, eternamente joven, poderoso# que jamás ha podido ni querido volver a amar. Una noche se cruza en su vida Sunshine, una joven artista new age, absolutamente despistada, obsesionada por la vida sana, independiente, encantadora y sexy. Talon logra salvarla cuando ha sido acorralada por un grupo de daimons pero queda malherido, y Sunshine decide llevarlo a su casa para que se recupere. Pronto entre ambos surge una atracción irresistible y los dos en principio lo tienen muy claro: será una relación puntual, de un día, nada de ataduras ni compromisos. Perfecto, aunque hay un ligero problema con el que no contaban: sienten como si se conocieran desde hace mucho tiempo, y entre ellos está surgiendo algo que va más allá del deseo, un sentimiento que Talon teme, pues la maldición que cayó sobre él en vida es que vería morir a todos aquellos que amase. Ni Talon ni Sunshine imaginan que su encuentro no ha sido fruto del azar, sino provocado por otros poderes #dioses antiguos, llenos de odio y deseosos de venganza# con un único objetivo: destruir a los Cazadores Oscuros y la humanidad, para sumir al mundo en las tinieblas.